Faltan 90 segundos para el fin del mundo

José Gilberto Garza Grimaldo

 

El periódico “El País” de 23/01/2024, destaca la siguiente nota: “El ‘reloj del fin del mundo’ sitúa a la humanidad a 90 segundos del apocalipsis, el peor registro de su historia; La guerra en Gaza y el auge de la inteligencia artificial mantienen a la misma distancia de la medianoche que el año pasado la hora simbólica que desde 1947 fijan los expertos de Boletín de Científicos Atómicos.”

Expertos de diversas disciplinas nos viene advirtiendo de la grave situación en que se encuentra la humanidad y toda la vida en el Planeta Tierra.

Lo nota nos proporciona los motivos:

Los custodios de las manecillas del apocalipsis citaron este martes en la presentación en Washington de sus conclusiones el auge de la inteligencia artificial, la proliferación de armas nucleares, la guerra entre Rusia y Ucrania y la que libra Israel en Gaza, las amenazas biológicas, la crisis climática y la desinformación rampante promovida en muchos casos por los propios Estados.

Existe un caos mundial, no se vislumbra a corto plazo una solución, al contrario, se le echa más gasolina al fuego. No existe una voluntad seria y comprometida por las potencias mundiales de una solución. La ONU, a través de su secretario general, Antonio Guterres en sendos discursos ha resaltado del peligro de la humanidad y la vida planetaria.

António Guterres, en la COP28: “No podemos salvar un planeta en llamas con una manguera de combustibles fósiles”

El secretario general de la ONU interviene en la cumbre de líderes mundiales para intentar relanzar la lucha contra el cambio climático en Dubái. (El País de 01/12/2023).

Sin embargo, el fracaso de la COP28, mostró, además, debilidad y presencia de la ONU.

 

Adiós coyote

José Gilberto Garza Grimaldo

 

Cuando un amigo se va

queda un espacio vacío

que no lo puede llenar

la llegada de otro amigo.

Cuando un amigo se va

queda un tizón encendido

que no se puede apagar

ni con las aguas de un rio.

(Alberto Cortez, Cuando un amigo se va)

 

Buscando información sobre los Derechos de la Naturaleza, llegue a Daniel González Madruga, y él a su vez, me recomendó que buscará al activista ambiental “Alberto Ruz Buenfil,” recuerdo que me dijo: “es un tipazo y un gran amigo.”

Un par de veces nos reunimos, una de ellas en su casa en su “paraíso” Huehuecoyotl, quien nos preparó una crema de garbanzos (hummus) con galletas y agua de limón; tenía el arte de un cheff.

Su personalidad y su palabra tenían una fuerza profunda que quedé atrapado y desde entonces, en la medida de mis capacidades llevé a la academia la lucha por los derechos de la naturaleza.

Nos mostró todo el complejo de la eco aldea Huehuecoyotl, cada espacio tenía una historia, como el antiguo autobús pintado de varios colores y gracias a este, junto con su “pandilla” de amigos recorrieron Sudamérica, llevado talleres para la paz.

Quedé impresionado con el caracol cubierto de bella plata, cuya historia me comentó Alberto, el origen de este es Alemania; fue un obsequio de un amigo de ese país.

Estando, participando el VIII Seminario sobre los Derechos de la Naturaleza, del cual Alberto fue cofundador, recibí una nota en la que se me informaba sobre el fallecimiento del “Coyote.” Quedé mudo y consternado.

Mi cerebro quedó congestionado y mis ojos se resistían a llorar, pero no así mi corazón que quedó inflamado de dolor, pero a la vez, estaba consciente de que Alberto regresaba con su Madre Tierra, a la que defendió y amó.

Coyote, gracias por tus enseñanzas, por tu sabiduría; siempre fuiste un hombre libre como el aire, recorriste el planeta azul, sembraste semillas de amor en el corazón de hombres y mujeres, formaste un ejército de luz por el planeta azul quienes continuaremos con tu lucha por la paz entre todas las especies.

Gracias, gracias, gracias “Jefe Coyote.”

 

 

 

Mi querido amigo, inspiración, y coyote arco iris, Alberto

Vuela alto; ahora eres libre. Tu ausencia se sentirá profundamente, tan inmensa como tu espíritu. Cada palabra que compartiste y el tiempo pasado a tu lado fueron puras bendiciones. Sostengo cerca de mi corazón las palabras que me escribiste, una estrella guía en este momento.

Gracias por darme la bienvenida, por tus enseñanzas, y por un corazón tan vasto como el universo.

Sé que ahora nos guías con un poder aún mayor, brillando con toda tu luz, y libre de todo dolor.

Las oraciones profundas se extienden a su familia, sus hijos y nietos, a todos sus amigos, estudiantes y seres queridos.

Eterna gratitud por todo lo que nos habéis dado, por vuestras contribuciones a este mundo. Nuestras vidas son una ceremonia, y tú eres uno de los maestros.

Vuela alto a la Fuente, Coyote.

¡Amén, Aho!

Hari Om

 

Carta a Santa Claus

José Gilberto Garza Grimaldo

Querido Santa Claus

 

Cuantas veces te escribí de niño para pedirte un juguete, sin embargo, los años pasan y los buenos deseos son otros.

Hoy, te pido que Enrique que anda por ahí, nos vuelva a liderar en el ámbito de lo académico. Seguir conversando con él sobre temas diversos, pero, sobre todo, de seguir gozando de su amistad.

Te pido que con tus mágicos poderes saques a nuestro planeta de la zona de inestabilidad en que perversos intereses capitalistas lo han llevado a esa trágica zona.

Te pido que el autoritarismo perfecto en que está sumergido México desaparezca y volvamos al Estado de Derecho; que ya no manden las leyes al diablo.

Que la elección presidencial 2024 se desarrolle en civilidad; dale sabiduría y prudencia a la próxima presidenta de México.

Por favor, para la tragedia que está sufriendo pueblo Palestino; que la amenaza de una guerra nuclear desaparezca de las mentes perversas de los lideres mundiales; cuánta razón tenía Issac Asimov en su cuento “Asnos estúpidos.”[1]

Te anexo un poema de un hermano Palestino, donde se aprecia el dolor y la tragedia de su pueblo, pero, sobre todo, tienen esperanza de ser libres; con tu ayuda y la de los pueblos de buena voluntad, lo van a lograr.

Gracias Santa Claus, confío más en ti que en la Organización de la Naciones Unidas.

Posdata: Que exista paz y salud en los hombres de buena voluntad. Feliz navidad y próspero año 2024.

Anexo

'Mi verbo es luchar', poemas del exilio palestino

Del poeta médico Yasser Jamil Fayad. Son parte del trabajo publicado en el libro 'Nuestro verbo es luchar: somos todos palestinos' publicado recientemente en Brasil.

 

“Un millón de pájaros

Sobre las ramas de mi corazón

Inventan el himno combatiente”

Mahmoud Darwish (1941-2008), poeta palestino.

 

*****

El fin del odio que plantaste

Autor: Yasser Jamil Fayad

 

¡Fuiste tú!

¡Yo sé que fuiste tú!

Me impediste

De nacer en la casa

De mis antepasados

De robustas piedras

Con viñedo al fondo.

En vez de eso,

Una tienda de la Cruz Roja.

Me robaste la infancia

Yo sé...

Juegos inocentes

En los jardines de la casa de mi

Abuelos paternos en Haifa.

Me usurpaste los desayunos

La mesa abundante de cariño

En la casa de mis abuelos maternos

En Hebrón.

En vez de eso, el hambre

Que nos hacía ver el sol y la luna

Como platos de comida.

¡Fuiste tú!

¡Yo sé que fuiste tú!

Mataste mi adolescencia

Por las calles de Tulkarm.

me arrancaste

El derecho de vivir

Libre en mi país.

¡De ir a la escuela como todos

Los niños,

de caminar por los mercados,

de conversar con mis amigos!

¡Y a cuántos de ellos

me impediste conocer!

¡Fuiste tú!

Destruiste mi amor

Por la mujer que debería haber conocido...

Aquélla con quien me casaría...

Me robaste la alegría

De tener en Palestina

A mis hijos.

En vez de eso,

¡Tú... ¡Sí, tú!

En los incontables

lugares del exilio a que me lanzaste

de país en país,

de casa en casa,

me negaste el hogar.

¡Fuiste tú!

¡Yo sé que fuiste tú!

Confinaste a mis padres

A vivir en el eterno

Deseo de retornar al pasado

- dulces memorias –

Tiempo libre de su existencia en nuestras tierras.

Asesinaste

A mis hermanos que no nacieron

Por la miseria de los campos de refugiados.

Mataste a los que nacieron y lucharon contra ti.

Tantas veces tú

Quisiste destruirnos

Deseaste nuestro fin,

Nuestro debilitamiento.

A pesar de todo,

Quiero que sepas...

Nuestros corazones van a vencer

el odio que plantaste...

Así,

Al día siguiente

¡Que la Palestina esté libre de ti![2]

 

[1] [En línea] [Consulta: 30/11/2023]. Disponible en: https://bdigital.binal.ac.pa/VALENZANI%20POR%20ORGANIZAR/ORDENADO/1OTROS%20DOCUMENTOS/ASIMOV,%20Isaac%20%5BBiblioteca%5D/6%20-%20ISAAC%20ASIMOV-PDF/Isaac%20Asimov%20-%20Compre%20Jupiter/CJ_12.htm

[2] [En línea] [Consulta: 30/11/2023]. Disponible: https://palestinalibre.org/articulo.php?a=67576